Hola a todos de nuevo. Hacía ya mucho tiempo que el polvo cubría impune los pinceles que durante tantas horas utulicé para crear. También mi inspiración se ocultaba tras un hondo trecho de inexcrutables laberintos mentales. Pero como siempre que llovió paró, un haz de luz iluminó al fin a mi humilde persona y me permitió recuperar las sensaciones perdidas, y con ello voler a disfrutar de una de mis grandes pasiones; el arte.
Casi sin querer, ante la petición de quien fuera, en aquel momento, un desconocido, accedí a pintarle su tapete, accediendo también con ello a recuperar una parte de mí. Este es el resultado.
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