Una alteración peculiar donde las haya. El caballo llameante de la pesadilla original pintado al completo, con un jinete esqueleto en clave de humor, con el retrato real más pequeño que he pintado jamás: 11 x 8 mm. Todo esto en conjunto ha dado como resultado un cocktail de estilos sorprendente, una carta diferente, divertida y de máxima dificultad.
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Espero que no aparezca en mis sueños... |
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Detalle del retrato ampliado un montón de veces. |
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